El auto-blower

Tuve que comenzar a dictarle a la escritora otra vez o mis cuernos empezarían a disparar fuegos artificiales de gran magnitud.

A ver, que no sé por dónde empezar. ¿La corrupción gubernamental? Choreta como las garrapatas en verano. Que muchos políticos se comportan así, como garrapatas, chupándole la vida al pueblo. ¿La ineptitud de algunos ejecutivos y ejecutivas en puestos gubernamentales? ¿La eficiencia para el chanchullo de algunos funcionarios del gobierno? Tormentas, terremotos, pandemias, meteoritos. Discrimen, racismo, machismo... ¡Es que es tanto!

He aquí un minúsculo recordatorio. Eso sí, léelo a tu riesgo, podría darte un yeyo, un patatú o un soponcio…

• Suministros escondido, podridos, expirados.

• “La pandemia no llegará a Puerto Rico, eso es en China, lejos, lejísimo de aquí”.

• Gente viviendo en carpas en medio de una pandemia.

• Tormentas bajo toldos azules.

• Abrir el comercio al garete.

• El (no) dragado del lago Carraízo.

• El mega arroz con fondillo de las primarias.

• Quitarle dinero al fondo para el manejo de la pandemia y malgastarlos en las “primarias”.

• El silencio ante los niños y niñas “de bien” que cogieron unos chavitos de PUA. Na, travesuras de muchachos.

• El reporte policial redactado como si fuera culpa de la víctima el haber sido violada por la manada de Añasco.

• Los y las Boricuas bestiales que se van a los pasillos de Plaza a caminar sin mascarilla y a no guardar distancia (¿cómo, qué distancia?).

• Los chinchorros llenos de gente prudente… hasta la tercer cerveza, que ahí empiezan a hablar alto y a escupir COVID 19 a to' jendel. ¡Sazonado de virus el maní gratis de las barras!

La lista es mucho más larga, intensa y, a veces, hasta no creíble. Está llena de metidas de pata, infamias, abusos, chanchullos, cara de lata, actos mal intencionados y traqueteos. Pero nada, absolutamente nada como el auto-blower. El perfecto ejemplo de la desfachatez para mentir. Demuestra que los de “allá arriba” están convencidos de que los de “acá abajo” somos brutos y le creemos todo. Aguce los ojos, abra su mente, lea y sea malicioso o maliciosa. Recuerde que más sabe la PEPA por cabra que por vieja.

©Haydée Zayas-Ramos, 2020